Chinauta - Cundinamarca
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Blog / Noticias
Don Bosco, mi abuelo y yo…
Quiero compartir con cada persona que tenga la oportunidad de visitar nuestra página web la manera en que algún día, gracias a la educación de mis padres y de mi formación como ser humano y profesional, tuve la oportunidad de encaminar mi vida al servicio del prójimo en las etapas más vulnerables y críticas de la vida como son los momentos difíciles en que nos enfrentamos a una enfermedad o tan solo cuando llegamos a lo que la mayoría de las personas piensan la etapa más difícil y triste de la vida como es la vejez. Gracias a la clara definición de lo que para mí es ser abuelo, pensé en la necesidad de crear y ofrecer un lugar donde se convierta en casa para estas hermosas personas, donde gocen, se sientan felices y que al ocaso de sus vidas encuentren un espacio donde se les brinde calidad de vida, amor, velar por su salud y cuidado hasta el último instante.
Hace siete años después de una maravillosa experiencia al cuidado del adulto mayor en Bogotá, lleno de grandes expectativas y con gran convicción de lo que deseaba y aprovechando la oportunidad que la vida me dio de llegar a esta región de Chinauta, decidí continuar con esta labor en este maravilloso territorio aprovechando las bondades no solo del espacio sino de su clima propicio para esta población adulta, creé el Hogar Campestre Villa Edilia, hoy día más conocido como Hogar Campestre don Bosco S.A.S., en honor a San Juan Bosco de quien soy fiel seguidor por sus principios de servicio y amor al prójimo. Poco a poco fueron llegando los abuelos a quienes quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer a sus familiares por confiar no solo en mí, sino en cada persona que diariamente permite que mi sueño se haga realidad.
Cada uno de ellos con el pasar del tiempo, se fue convirtiendo en parte de nuestras vidas y fueron conformando la gran familia que hoy día somos. Con su sabiduría, experiencias e historias llenas de bellos y tristes momentos, de llantos, alegrías, del profundo sentimiento de tristeza al momento de su partida porque culminó su paso por esta vida, creo y estoy seguro de que hicimos lo mejor posible por cada uno de ellos y gracias a ello dejaron una gran huella en nuestros corazones. Igualmente, a los abuelos que Dios me dé la oportunidad de hacer llegar a nuestro hogar, espero poder hacerles sentir tranquilos, que ahuyenten los fantasmas de la soledad, del abandono y hasta del desprecio, para darles amparo y calor humano en su diario vivir y se sientan que en esta etapa son importantes y que aún son grandes contribuyentes y forjadores de grandes momentos que recordaremos por siempre, para que el día en que nuestra juventud llegue a su final y demos paso a la belleza de la vejez tengamos la fortaleza, las ramas y el amor de los demás para también culminar tranquilos nuestra historia en esta vida.
Gracias primero a quienes un día construyeron esta finca para que hoy en día sea el lugar donde podemos cumplir con nuestras metas y labor, a mis colaboradores a quienes admiro por dedicar la mayor parte de sus vidas en cuidar y dar amor a nuestros abuelitos, a cada persona que pone su granito de arena en ayudar a construir y hacer de este un mejor hogar, y por supuesto, a ustedes por creer en nosotros al confiarnos sus seres amados. Gracias por dedicarme este espacio de tiempo para compartir conmigo la alegría de ser parte de la familia don Bosco. Deseo que Dios todopoderoso y don Bosco los llene de bendiciones en su diario vivir.
Con amor,
Benjamín Reyes.